La Universidad, un lugar adaptado para todos
23 marzo 2015
En la Edad Media, las personas con algún tipo de discapacidad no sufrían la integración ni la exclusión social, ni siquiera se consideraba una enfermedad como eran las epidemias, que desolaban las poblaciones. En aquella época, gran parte de la población sufría alguna discapacidad, bien auditiva, visual o intelectual.
Sin embargo, en la actualidad, algunas personas con discapacidad aseguran pasar, a lo largo de su vida, por cuatro posiciones, según indica un estudio de la UMH “Capacidad y Discapacidad en un mundo plural”.
- Inserción como derecho: asumir la discapacidad como un déficit de normalidad, es decir, que la sociedad tiene el deber de compensar mediante políticas específicas.
- Inserción como “reto personal”: cuando la discapacidad es un obstáculo para superar una carrera individual, para abrirse camino en la vida.
- Inserción “proteccionista”: se aprecia cuando la discapacidad es un déficit, un estigma que marca al individuo para toda la vida, entonces se adopta una posición especial de fragilidad y dependencia.
- Inserción como reconstrucción social: cuando la discapacidad conduce a una situación de desventaja social como un efecto de los procesos de desigualdad y de exclusión social, que debe ser afrontado con un proceso de emancipación personal pero a su vez colectivo.
Según el estudio del Observatorio Ocupacional de la UMH “Informe de Empleo y Estudiantes Con Discapacidad”, durante el curso 2013/2014 habían 246 alumnos matriculados con discapacidad reconocida frente a los 14.495 estudiantes totales, es decir, que un 1.7% de alumnos matriculados tiene cierto grado de discapacidad legal.
Con motivo del periodo de matriculación en la Universidad, la UMHSaludable pone de manifiesto cuales son los requisitos indispensables que debe desarrollar una universidad para que personas con discapacidad auditiva puedan estudiar y graduarse en la carrera que les gusta.
En primer lugar, destacar que las personas que sufren discapacidad auditiva se enmarcan dentro de un grupo muy heterogéneo. El rasgo común entre ellos es la existencia de una pérdida auditiva, que afecta en mayor o menor grado. Además, puede variar, entre otros matices, según en el momento en que aparece la sordera, el tipo de pérdida auditiva, los posibles recursos a utilizar para contrarrestar efectos limitantes y el entorno donde se ha desarrollado la persona discapacidad auditiva.
La situación actual de las personas sordas y con discapacidad auditiva que desean acceder a la Universidad, con respecto a los años anteriores, ha mejorado en cuanto al aumento de programas existentes de integración y atención a este colectivo en las distintas universidades. La UMH dispone del servicio Área de Atención al Estudiante con Discapacidad (ATED), dirigido a aquellas personas de la Comunidad Universitaria con necesidades educativas específicas, dependiente del Vicerrectorado de Estudiantes y Deportes de la UMH. Sin embargo, según el Libro Blanco sobre Universidad y Discapacidad (2007), estos estudiantes acceden en menor medida que los estudiantes españoles sin discapacidad a las enseñanzas universitarias.
¿Cuáles son las necesidades de un estudiante universitario con discapacidad auditiva?
Según la Fundación CNSE para la Supresión de las Barreras de Comunicación existen necesidades específicas para el desarrollo de los estudiantes universitarios con discapacidad auditiva.
Entre las pautas que debe seguir el centro se encuentran realizar una acogida de los estudiantes sordos y con discapacidad auditiva, los programas de sensibilización a la Comunidad Universitaria o los programas de información y orientación. Además, se deben llevar a cabo ayudas técnicas y recursos humanos para estudiantes con este tipo de discapacidad:
- Ofrecer servicios de intérpretes de lengua de signos para estudiantes que lo necesiten, no sólo dentro de clase sino también para llevar a cabo la preparación de exámenes y pruebas de evaluación, durante las tutorías y otras actividades de interés
- Grupo de apuntes, es decir, personas implicadas que quieran tomar apuntes para aquellas personas que no pueden debido a su discapacidad auditiva seguir las clases
- Mejorar la accesibilidad a la tecnología de la información y comunicación mediante los préstamos de Equipos de Frecuencia Modulada (FM), instalación de bucle magnético en distintos lugares: aulas, salas de reuniones, conferencias, etc. Disponer de SVIsual o Servicio de Intermediación para Personas Sordas. Además, en el caso de los vídeos que se proyecten en clase, eventos o congresos, disponer de subtítulos, así como en aquellos vídeos incluidos en la web universitaria.
- Adaptar los procesos de enseñanza, se recomienda reservar las primeras filas para estos estudiantes, siempre y cuando lo deseen, con la finalidad de facilitarles la lectura labial, así como la visualización de subtítulos. Además, entre otras cosas, los profesores deberían facilitar un guion del temario que se va a tratar o hacer un breve esquema en la pizarra, para que el estudiante acceda mejor a las informaciones.
Pero la Universidad no solo es el lugar donde estudiar la carrera elegida, también, prepara a los estudiantes para la vida profesional. Es importante facilitar a los estudiantes con discapacidad auditiva la participación en estudios en el extranjero, a través de las becas; así como, la inserción laboral, mediante bolsas de trabajo en colaboración con los departamentos de inserción laboral de entidades de personas sordas y con discapacidad auditiva. Además, entre otras cosas, las universidades ofrecen asesoramiento laboral a los estudiantes en relación con la inserción laboral, para que puedan alcanzar sus objetivos y opciones profesionales.