Controlar la ansiedad ante situaciones de amenaza

ansiedadumhsaludableSentir que nuestra vida corre peligro, enfrentarnos a los exámenes de fin de curso o a una entrevista de trabajo, así como sentirnos amenazados socialmente o hacer frente a nuestras fobias como viajar en avión, permanecer en sitios cerrados o a los espacios cerrados puede desencadenar estados de ansiedad.

Según la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), la ansiedad es una emoción  natural, un estado similar a los de alegría, enfado, tristeza o miedo. Pero en el caso de esta emoción, las personas la desarrollamos como un estado desagradable y negativo, que se produce cuando nos tenemos que enfrentar a situaciones de amenaza.

La reacción emocional se puede expresar en varios niveles, podemos mostrar sentimientos de malestar, preocupación, tensión, temor o inseguridad. Asimismo, nuestro cuerpo, también, puede expresar esta emoción con  ataques de taquicardia, aumento de la respiración y sudoración, así como de la temperatura.

Pero la ansiedad no es una emoción aislada, es algo que todos los seres humanos sufrimos a lo largo de nuestra vida. De la misma forma que tenemos la capacidad para reír, llorar o enfadarnos, también, podemos sentir ansiedad.

¿Cómo afecta la ansiedad a los estudiantes?

Hoy en día una de las situaciones que más suceden en nuestra sociedad, es la ansiedad ante las evaluaciones, como las pruebas para acceder a la universidad, los exámenes periódicos y de final de curso o conseguir un trabajo. En España, según la SEAS, entre el 15-25% de los estudiantes de enseñanza primaria y secundaria presentan niveles elevados de ansiedad ante los exámenes.

La ansiedad ante estos ejercicios provoca un efecto negativo sobre el rendimiento, que puede derivar en fracaso escolar o abandono de los estudios.

Los síntomas que muestran los estudiantes que sufren ansiedad son muy variables, abarcan desde las respuestas cognitivas como preocupación excesiva sobre su actuación y las consecuencias de una mala ejecución, así como la comparación con el resto de los compañeros y pensamientos de autocrítica, hasta las respuestas fisiológicas como molestias gástricas, náuseas, vómitos, diarrea, dificultad para conciliar el sueño, cefaleas, tensión muscular, temblores, respiración rápida y superficial.

Además, muchos estudiantes universitarios se enfrentan a cambios en el estilo de vida y en época de exámenes tienden a aumentar el consumo de cafeína, tabaco o tranquilizantes.

¿Cómo reducimos controlamos los estados de ansiedad?

Los expertos indican varios pasos para reducir el nivel de ansiedad ante situaciones de amenazas:

Técnicas cognitivas

Las personas podemos entrenar diferentes habilidades, para reducir la ansiedad se recomiendan técnicas que mejores la capacidad de auto-observación y auto-corrección de sus pensamientos, su conducta y sus emociones, con el fin de interpretar las situaciones de una manera menos amenazante. Entre las habilidades a entrenar, podemos centrarnos en la resolución de problemas, la toma de decisiones, así como identificar pensamientos negativos, con el fin de aislaros y alejarnos de nuestro día a día.

Técnicas de relajación

Es importante aprender a relajarse, disminuir la activación fisiológica, soltar los músculos o respirar correctamente ante situaciones de ansiedad. Este estado no es fácil de lograr, para ello debemos practicar todos los días técnicas de relajación progresiva.

Mejorar la conducta

La sensación de “perder el  control” es una de las situaciones más temidas, pero en ocasiones debemos enfrentarnos a estos momentos de la vida, con el fin de ser capaces de superarlos. El ejemplo más claro son los que se aplican a las fobias, si la ansiedad surge cuando estas encerrado en lugares pequeños, para superarlo permaneceremos pequeño periodos de tiempo en sitios aislados y llegaremos casi al limite de la ansiedad. Con el tiempo, esta situación no nos provocará estados de “descontrol”.

Técnicas farmacológicas

Cuando la ansiedad es un estado continuo en nuestras vidas, se recomienda visitar a un experto. Entre los fármacos propios para tratar la ansiedad se encuentran los ansiolíticos que reducen los síntomas de ansiedad de forma rápida, estos se aplican para el tratamiento del ataque de pánico o de las obsesiones. Cabe destacar, que con los fármacos no se aprende a controlar la ansiedad, por lo que, si se utilizan solos, no suelen curar el trastorno.

Queremos hacer hincapié en que el tratamiento farmacológico debe estar prescrito y revisado, cada mes o dos meses, por un especialista en farmacología, por ejemplo, un psiquiatra. Debe evitarse la automedicación, o la auto-experimentación, o el abandono del fármaco por decisión propia. Tampoco, debe tomarse el fármaco en función de nuestro estado de ánimo o decidir las cantidades a tomar según nos encontremos.

En ocasiones  la ansiedad y el estrés pueden usarse como sinónimos. Según los expertos, el estrés es un proceso en el cual el individuo se enfrenta a situaciones importante para él y puede  desencadenar una reacción de ansiedad. Aunque el estrés está más asociado con el cansancio y el agotamiento que con la ansiedad.

El estrés no solo aparece cuando estamos sobrecargados de trabajo o cansados, también, puede darse al enfrentarse a catástrofes naturales, un divorcio, la pérdida de un ser querido o el matrimonio. A pesar de que el estrés puede tener consecuencias negativas en nuestra salud el estrés puede ser positivo, cuando interpretamos que las consecuencias de una situación serán favorables.

________________________

Fuente

http://www.ansiedadyestres.org/ Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS)