El ser humano nace, crece, se reproduce y muere. Nuestra esperanza de vida en España, es decir, la media de la cantidad de años que vive la población en un cierto periodo,  se ha estabilizado por primera vez. Según el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) la media de mortandad se ha situado en los 82 años de edad. Según avanza la edad, tenemos un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades, entre ellas, el Alzheimer.

Según datos del Centro de referencia estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte cada año se detectan 4,6 millones de nuevos casos de alzhéimer. Asimismo, en España las cifras del alzhéimer ascienden hasta 1,2 millones de pacientes, con lo que el número de perjudicados por esta patología degenerativa, entre enfermos y familiares,  golpea en torno a 6 millones de personas. En concreto, una de cada diez personas mayores de 65 años, y casi la mitad de las personas que llegan a los 85 años, desarrollan esta enfermedad.

La UMHSaludable es consciente del problema que sufren los pacientes y sus familiares, dado que es una enfermedad que cambia de forma repentina y constantemente la vida de todos aquellos que se encuentran entorno al enfermo.

La enfermedad del Alzheimer no tiene una influencia mayor en hombres que en mujeres. Aunque cabe destacar, que según los expertos, en las estadísticas aparece un mayor número de enfermas porque la mujer vive más años que el hombre.

Cuando se convive con una persona que padece Alzheimer, se debe tener en cuenta que un 30% de los enfermos no son conscientes de su enfermedad y culpan de los síntomas al envejecimiento. Además, el Alzheimer no es una enfermedad mortal, ya que los pacientes pueden llegar a sobrevivir a ella una media de 15 años, pero esto depende de los cuidados que reciban.

Por esta razón, es esencial que los familiares y el entorno del enfermo reconozcan los síntomas que desarrollan los enfermos de Alzheimer:

1. Pérdidas de memoria que dificultan el día a día

Los enfermos de Alzheimer tienden, en fases tempranas de la enfermedad, a olvidar la información aprendida como fechas de aniversario, nombres de familiares, eventos importantes y suelen preguntar por la misma información repetidamente, así como relatar las mismas historias una y otra vez, porque olvidan que ya las han contado antes.

2. Los problemas son más difíciles de resolver

En los enfermos de Alzheimer podemos detectar que mengua su habilidad para desarrollar una tarea o trabajar con números. Los familiares o el entorno puede reconocer este síntoma al apreciar como el enfermo tiene dificultad para seguir una receta de cocina, pagar en el supermercado y comprobar el cambio, así como observar que le cuesta concentrase o tarda más tiempo en realizar tareas normales.

3. La casa se transforma en una dificultada

Durante las primeras fases de la enfermedad se puede apreciar pequeños signos de que el enfermo no desarrolla del mismo modo las tareas domésticas. Sin embargo, cuando avanza la enfermedad se aprecia que las tareas del hogar, el trabajo o incluso los hobbies, que llevan a cabo durante el tiempo libre son, en ocasiones, imposibles de realizar.

4. No recuerdo donde vivo

Cuanto más avanzada está la enfermedad, más se aprecia la desorientación o desubicación del paciente. No solo olvidan las fechas del cumpleaños, también como regresar al domicilio, así como una pérdida de la noción del tiempo, es decir, no recuerdan el cambio de estaciones del año ni en cual se encuentran. Cuanto más se hace presente este síntoma, la atención sobre el enfermo debe ser mayor, ya que pueden perderse al salir a la calle, a pesar de que siempre haya sido un lugar conocido.

5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en el ambiente

A determinada edad, una persona que desarrolla los síntomas mencionados anteriormente, también, puede padecer algunos problemas de vista, como dificultad para leer o juzgar mal las distancias.

6. Palabras y expresiones que pierden sentido

Es posible que los enfermos de Alzheimer no puedan seguir el ritmo de una conversación normal entre familiares o amigos, también, puede suceder que en mitad de una charla se queden callados, como “en blanco” y no recuerden de que estaban hablando, repitan constantemente las mismas historias o no encuentren las palabras concretas para expresarse. Lo mismo sucede con la escritura.

7. El desorden se hace el dueño de tu vida

Cuando el desorden o la ubicación de objetos comienzan a cambiar sin lógica aparente, es un síntoma de la presencia del Alzheimer. Las personas con esta enfermedad cambian las cosas de sitio, sin recordad después donde las han dejado, un hecho que frustra mucho al paciente y a los familiares. En muchas ocasiones, los enfermos de Alzheimer llevados por la frustración, por no encontrar los objetos, tienden a acusar a los familiares de robárselos.

8. Perdida de la razón

Según avanza la enfermedad la pérdida del juicio se hace más presente, los pacientes no son capaces de tomar decisiones coherentes y pueden verse envueltas en situaciones indeseables. Un ejemplo es que los enfermos regalen grandes cantidades de dinero a las personas que venden productos o servicios por teléfono. Se convierten en el “blanco fácil” de las estafas. Además, puede apreciarse como comienzan a descuidar la higiene personal.

9. Pérdida de iniciativas para participar de eventos sociales

Las personas que padecen Alzheimer pueden perder la iniciativa a participar en actos sociales o en el trabajo, así como realizar actividades ociosas. Se puede detectar en la falta de comprensión cuando su equipo de futbol ha perdido o un cansancio a la hora de realizar las obligaciones familiares.

10. Cambios de humor o personalidad

Sentirse confundidos, malhumorados, deprimidos, sospechosos, temerosas o ansiosas son cambios de humor y de personalidad que sufren los enfermos de Alzheimer. Estos cambios derivan de la frustración al perder la memoria, al no recordar con claridad donde está su hogar, sus cosas o la capacidad para expresarse con claridad.

Consejos para afrontar la enfermedad de Alzheimer:

Disponer de un cuaderno con todos los nombres de personas, números de teléfono y direcciones incluyendo la suya.

Poner el nombre a los armarios o fotos que describan el contenido de los mismos, como platos, cubiertos, suéteres, calcetines.

Tener a mano fotos de las personas que vea regularmente con el nombre de cada una y lo que hace cada persona.

Compartir con otras personas lo que siente, puede ayudarlo a sentirse mejor.

Pertenecer a un grupo de apoyo o hablar con un consejero que entiende la enfermedad de Alzheimer.

Pasar tiempo con amigos y familiares o hacer algo de lo que usted disfruta.

Comuníquele a su familia dónde quiere vivir y con quién, para planear en el momento cuando usted necesite más cuidados.

Asegúrese de que sus asuntos monetarios estén en manos de alguien confiable como su esposo, hijo o amigo cercano.

Nombre a una persona que tome decisiones acerca de sus cuidados de salud cuando usted ya no pueda hacerlo. Esta persona debe saber cuáles son sus deseos respecto a dichos cuidados de salud y de sus arreglos de vivienda.

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Fuentes:

http://crealzheimer.es  Centro de referencia estatal de atención a personas con enfermedad de alzheimer y otras demencias. Ministerio de Educación, Política Socila y Deporte.

http://www.ine.es   Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie)

http://www.alz.org Asociación de Alzheimer