El ejercicio físico con moderación y en su dosis justa es salud. Sin embargo, el gimnasio es un lugar donde se obtienen resultados estéticos y mejora el aspecto de uno mismo, pero siempre debe ser un complemento de la actividad física. Realizar cualquier ejercicio físico saludablemente tiene unas características muy concretas, que son: mejor ir lento que ir rápido, mejor adoptar una intensidad moderada que una alta, y por puesto, más no siempre significa mejor. Es por ello que debemos trabajar el cuerpo en favor de la salud, a través de la intensidad justa y descansando cuando el cuerpo lo necesite, ya que nuestro organismo requiere de unas horas de recuperación después de llevar a cabo un ejercicio.

Según el especialista en Medicina y Cirugía y autor del libro ’20 minutos a la semana es suficiente para estar en forma’, el Dr. Ricardo Cánovas, existen prejuicios y malas conductas relacionadas con el ejercicio físico. Algunas son las siguientes:

Ejercicio como salud y no como musculatura

El ejercicio tiene que tener un fin y éste es la salud y no la musculatura en sí. La pérdida de masa muscular supone el 80% de los problemas de espalda.

La obesidad, exceso de grasa. La delgadez, no es sinónimo de no tener grasa

Existe mucha confusión en lo que se refiere a grasa y peso. Además, existen personas delgadas con baja masa muscular y mucha grasa.

Frecuencia de sesiones en el gimnasio

No importa que el número de veces que acudas a la semana al gimnasio sea elevado. Basta con presentarte allí una vez a la semana. Es tan positivo como hacerlo en dos o más ocasiones. Lo fundamental es trabajar con intensidad, brevedad y poca frecuencia pero de forma regular.

Beber agua en cantidad

Siempre se ha dado a entender que el agua limpia, que engorda, o adelgaza… Todo lo contrario. El agua sólo hace trabajar más el riñón. Las personas sanas deben beber agua sólo cuando tengan sed.

Sudar para bajar de peso y perder grasas

Sudando no se pierde grase, sino que se pierde agua. Si quieres perder peso tienes que empezar por hacer ejercicio y acompañarlo con una dieta adecuada a cada caso.

Agujetas y ejercicio

Cuando practicamos ejercicio, a medida que van sucediendo los días, nuestro organismo es capaza de realizar progresivamente actividades de mayor intensidad. Esto nos asegura que el entrenamiento que estamos poniendo en marcha va surtiendo efecto. Por ello, las agujetas no indican que el ejercicio realizado haya sido eficaz, es un dolor muscular que va a dar lugar a que el músculo se encoja y tarde en recuperarse.

Consumo de proteínas y masa muscular

La ingestión de proteínas no aumenta la masa muscular ya que los nutrientes se dirigen en el organismo allí donde corresponde y no a donde nos gustaría que fueran.

Estética, grasas y salud

La grasa es necesaria para el organismo ya que contribuye al funcionamiento normal de las hormonas. La gente cree que un cuerpo bonito no debería tener ni un gramo de grasa, pero la realidad es que esta afirmación es una falsa creencia.

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Más información:
Entrevista al Dr. Ricardo Cánovas, ‘El gimnasio no es salud’

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