Si tienes dolor de garganta, tos, molestos estornudos acompañados de un lagrimeo y dolor ocular, así como unas décimas de fiebre, ha llegado el momento de darle la bienvenida al resfriado común, como se conoce popularmente. Estas dolencias tienen una duración entre 4 y 10 días. Mientras que la incubación de la enfermedad se produce entre los 2 y 5 días previos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la eliminación del virus que ocasiona el refriado es máxima entre los 2 y 7 días, pero puede durar hasta 2 semanas.

El resfriado común es una de las enfermedades más comunes y con la que convivimos todo el año. Sin embargo, es más  más frecuente durante el otoño y el invierno, estaciones en las que el virus aumenta su supervivencia con las bajas temperaturas. Además, la tasa de contagio es mayor, porque permanecemos más tiempo en sitios cerrados con el fin de evitar el frío.

Los culpables, casi exclusivos, de que suframos estos molestos resfriados son, según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, los virus. Expertos señalan que existen cerca de 200 tipos diferentes de virus involucrados en el desarrollo del resfriado común, pero que predominan los gérmenes conocidos como rinovirus. Estos virus se transmiten a través de las vías respiratorias, por ejemplo, a partir de la expulsión de mocos en el estornudo o por la tos, así como al tocar objetos contaminados con estas secreciones.

¿Cómo prevenir de forma natural el resfriado común?

Lavarse las manos con jabón durante 20 segundos y aclararlas muy bien puede evitar contagiarse por contacto directo el resfriado. Un experimento realizado por la Marina de EE.UU.  demostró que después de obligar a los soldados a lavarse las manos cinco veces al día se había reducido la incidencia del resfriado en un 45%.

Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que son las zonas del cuerpo más sensibles para la entrada de organismos perniciosos. Además, los pequeños son más contagiosos que los adultos durante los dos primeros días de enfermedad.

Cuando estornudes no lo hagas sobre las manos porque es la mejor manera de propagar nuestras bacterias y contribuir al contagio de cualquiera, es mejor taparnos con un  clínex.

Mantener el sistema inmunológico fortalecido, para ello debemos evitar el estrés porque provoca que se debilite. Un estudio de Proceedings of the National Academy of Sciences señalaba que el estrés crónico provocaba que el resfriado sea más fuerte y más difícil de curar.

Otra forma de reforzar nuestro sistema inmunológico es estar descansado.  Ya no se trata sólo de escapar del resfriado común, sino también de muchas otras enfermedades.

Nada de alcohol ni tabaco, dos drogas socialmente aceptadas que debilitan nuestro sistema  inmunológico. Por un lado, el tabaco agrava los síntomas del resfriado a través de la inflamación de la garganta. Por otro lado, el alcohol deshidrata nuestro cuerpo y favorece la aparición de infecciones.

Los espacios cerrados como hospitales, aeropuertos y transporte públicos son el caldo de cultivo idóneo para estos virus. En estos lugares la concentración de gente es muy alta y la posibilidad de contagio, mucho mayor. Por tanto, aunque el frío parezca el principal causante de estas dolencias, es preferible salir a la calle a tomar el aire que exponerse al contagio en lugares abarrotados.

Los expertos recomiendan comer ajo y yogur. Por un lado, el ajo protege nuestro sistema inmune de un gran número de infecciones bacterianas, gracias a componentes como el alicín, el ajoene y los tiosulfinatos. Por otro lado, el yogur  refuerza las bacterias positivas, que son las que crean los glóbulos blancos que nos protegen.

¡Ojo con los antibióticos! Los antibióticos acaban con las bacterias y no con los virus y pueden ser contraproducentes ya que puede terminar con las bacterias que forman parte de nuestras defensas.

Si al zinc pero con cuidado. El consumo de suplementos de zinc puede prevenir el constipado, pero en las dosis adecuadas, un puede provocarnos daños en el estómago y causar efectos secundarios como las náuseas.

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Fuentes:

http://www.sepeap.org/ Sociedad Española de Pediatría

http://www.elconfidencial.com/ Diario El Confidencial